EN CUARTOS PARA CASA

 

            Antes de entrar en debates con fecha de caducidad como el modelo que se quiere tener en la selección, la conveniencia de la continuidad del cuerpo técnico, la posibilidad de llevar a cabo un cambio generacional con algunos jugadores o, dicho de otra manera, cualquier debate que se englobe en ese término tan periodístico del cambio de cliclo,  me gustaría analizar un poco lo que ha sido la participación de España en este mundial, con especial atención al partido de ayer ante Serbia.

            Quiero partir de una idea que he repetido bastante durante el torneo y que, a raiz de la derrota, se esta poniendo en duda.  Sigo pensando que España tenía la mejor plantilla del mundial tras la de los EEUU a una diferencia razonable como para pensar en una competencia real.  Es cierto que teníamos ausencias, como casi todos, pero creo que había determinados jugadores, víctimas de la asignación de roles innegociable para el entrenador (las razones las conocemos todos),  de los que no se ha sacado ningún rendimiento o, al menos, un rendimiento mucho menor del esperado en favor de unas referencias que no lo han sido

             La gran demostración de esto es el nivel que han mostrado Ricky Rubio y Marc Gasol durante el torneo.  Creo que gran parte del concepto  juego de equipo en la selección pasaba por estos dos jugadores.   No es que quiera quitar importancia a Jorge (para mi el lider de la selección a pesar de estar lastrado físicamente)  o a Navarro y Rudy (sobre todo este último que ha demostrado, con su agresividad, ser capaz de aportar muchas cosas al equipo en diferentes apartados) que son opciones referenciales ofensivas en el equipo,  pero pienso que en el plan de juego de España había dos focos de generación, uno exterior en las manos del base del Barça y uno interior en las del pivot de Memphis.

              En este sentido yo he echado de menos  confiar en soluciones alternativas a las referenciales de las que partíamos.   Quizás el caso de Fran es el más claro.  Ya sabéis que yo no soy un gran defensor del juego de Fran Vázquez pero si que pienso que, visto el nivel que estaba ofreciendo Marc (sin generar nada),  podía aportar muchísima más defensa, muchísima más actividad en el rebote,  muchísimo más rendimiento de las situaciones de pick and roll (aunque cometiera los errores de las continuas faltas en ataque), muchísimo más juego sin balón de cara a aprovechar las acciones de nuestros exteriores en el 1vs1…todo ello perdiendo peso (que tampoco es una gran perdida porque Marc tiene el peso pero no la fuerza para usarlo) y juego de espaldas (yo creo que si contamos las veces que Marc ha jugado de espaldas al aro nos sobran con los dedos de una mano).

            En el caso de Ricky, con el trascurso del torneo, el crecimiento de Llul (supongo que la lesión en la preparación ha influido) ha proporcionado una solución  que mantuviera el nivel defensivo y proporcionara nuevos argumentos en ataque.  Quizás una solución podría haber sido jugar con Navarro de uno para comenzar todos los ataques por concepto con un pick and roll frontal  y así poder contar con la posibilidad de jugar con un 3 alto (y cambiar la estructura del equipo).

            Luego esta el tema de hacer coincidir siempre a Rudy y Navarro en pista, que es una de las muchísimas opciones que te da una plantilla que tiene jugadores tan diferentes como Mumbrú, Claver o San Emeterio.  Hubiera estado bien usar esto como recurso pero no como idea única e innegociable.

            El caso es que, en gerneral (estas situaciones que comento y muchas otras) yo he visto poca riqueza en la busqueda de soluciones frente a situaciones que nos estaban lastrando, sobre todo en un aspecto tan importante como el equilibrio.  Me refiero al equilibrio interior-exterior  (nos ha faltado un referente interior que influyera en la defensa de los equipos rivales, en el sentido de provocar espacios, anotación, intimidación) y, sobre todo, nos ha faltado equilibrio entre «titulares» y «suplentes» (con todas las comillas que queráis poner).

            Teniendo en cuenta esto (yo creo que todo lo condiciona ya que los jugadores no dan lo q tienen y desde el banquillo no se buscan soluciones), además de algunos asuntos que hemos tratado hasta la saciedad, como que los valores no los marca el entrenador y una preparación manifiestamente mejorable,  hay aspectos que yo considero definitivos en el partido ante Serbia, que dividiré en dos partes:

           –  Nivel defensivo.   Para mi la continuidad de nuestra defensa, tanto en individual como en zona 2-3, ha sido tremendamente mejorable. Es cierto que hemos tenido determinados minutos en los que se ha llegado a un nivel correcto pero nunca con continuidad.

                Si hablamos de la defensa individual (la que se supone que es el sello de identidad de nuestro equipo)  partimos de un problema grave, nuestra defensa del 1vs1 ha sido muy floja en muchísimos casos, ya no sólo en aquellos que sabíamos que partían con esa deficiencia sino en general.    Tu puedes plantear conceptos de equipo para cubir determinadas carencias como las que puede tener Navarro, las que puede tener Ricky o Rudy cuando le juegan al poste, las que puede tener Jorge debido a su lastre físico, las que muestra Marc con su debilidad en el 1vs1 o en el rebote…si se produce alguna de ellas en un momento determinado. El problema es cuando tienes que cubrir todas estas carencias de forma continuada.

                Luego hay aspectos como la defensa del pick and roll frontal.  Entre que la (dudosa) agresividad de Marc para salir lejos del aro es limitadísima y esa idea de defender en muchas ocasiones por detrás (ahora nos acordamos del triple de Teodosic pero la jugada anterior Tepic tuvo un triple sólo porque se pasó por detrás del bloqueo) partimos de una situación de desventaja que nos hace mucho daño.

              Entonces, si con dos situaciones por concepto como estas ya  Serbia empieza con una clara ventaja mal asunto.  A raiz de esta situación entramos en conceptos de equipo como hacer una buena ayuda, una segunda ayuda, recuperar a tu hombre… en fin.    Se ha hablado mucho de el nivel de acierto de la selección Serbia pero quizás habría que plantearse si realmente estaban bien defendido esos tiros.  Por poner un ejemplo del comienzo del partido, una vez conseguía crear una ventaja o era canasta (por la ausencia de la ayuda, ahí estan los casos de Teodosic, Velickovic, Savanovic) o si esta existía nos mataban continuamente desde las esquinas (estan los caso de Bjelica, de Keselj, de Krstic…) con tiros clarísimos abiertos.

               Si a esto le añades el inexistente balance defensivo y los problemas en el rebote (que Rudy haya sido máximo reboteador tantos partidos habla por si mismo), acabamos hablando de que la seña de identidad de este equipo, o la que nos dicen que es la seña de identidad, es un auténtico desastre.

              –  Nivel ofensivo.  Como en todos los equipos a los que les gusta imponer un ritmo alto en  ataque, no sólo me refiero a contraataques (que es algo que TODOS los equipos buscan) sino a estas situaciones ofensivas que se dan en los primeros 5 segundos de posesión  (bien por un 1vs1 o por un bloquoe directo nada más llegar, que buscan impedir que la defensa se establezca), el hecho de que la defensa no sea especialmente agresiva (lo que te permita robar balones) y el control del rebote no sea muy claro, provoca un un efecto negativo en la capacidad de poder correr.

                  Uno lee declaraciones serbias antes del partido hablando de cortar el ritmo a España, impedir que corran, jugar posesiones a 20 segundos si no hay opción de canasta fácil…y luego ve el partido y resulta que ellos, que son el equipo que intenta evitarlo, consiguen correr con facilidad y nosotros no.

                  Tampoco es que esto sea definitivo (España, por suerte, no es el Unicaja) ya que hay tantísimos recursos de calidad en el equipo que atacar en estático no supone una merma insalvable para el equipo, a priori.

                  A pesar de esto el grave problema ofensivo que yo he viesto es la ausencia de un referente interior claro. Entre el nivel de Marc al poste (hasta la canasta ante Krtic en los últimos instantes del partido es desde el tiro libre y saltando hacia atrás…) que le convierte en un jugador del monton  que no influye para nada en la generación de espacios para sus compañeros (aunque si que es verdad que los números los hace)  y el juego del equipo que termina por no buscarle, nos convertimos en un equipo previsible.

                 Ser previsible, cuando tienes a jugadores como Navarro y Rudy no es que sea horrible (de hecho se puede ganar sólo con esos dos jugadores) pero si que habla muy poco de nuestro baloncesto  cuando se dice que nuestra arma principal (muchos de los sistemas giran en torno a hacerle recivir) es el tener «el mejor pivot puro del mundial» (jeje) y tu producción interior se acaba limitando al rebote ofensivo (especialmente Fran), el aprovechamiento de las penetraciones de nuestros exteriores  y las continuaciones hacia fuera de Garbajosa en los pick and roll.